A finales de la década de 1980 surgió la cirugía videolaparoscópica. Este fue el más reciente avance que redujo la agresión quirúrgica y facilitó la recuperación del paciente operado, también conocida como cirugía mínimamente invasiva. La aceptación de la videolaparoscopia no se restringió al área de la cirugía general y del aparato digestivo, sino que se expandió a otras especialidades quirúrgicas.
La rápida aceptación de la videolaparoscopia condujo al desarrollo de nuevos equipos e instrumentos, lo que a su vez facilitó el desarrollo técnico de los cirujanos. Estos acontecimientos provocaron una evolución muy rápida del método, que llegó a ser altamente especializado. Por lo tanto, la realización de cirugía videolaparoscópica requiere un proceso de aprendizaje bien estructurado y relativamente complejo.
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